Hoy que es hoy me preguntaron quién soy. Pensé: Soy yo.
¿Cómo me presentaría? Como una persona curiosa y apasionada, que apenas reconoce las reglas del tiempo o del espacio, que desentiende las fronteras entre lo que es y puede ser; que sabe que nadie en el mundo es bueno de toda bondad, ni malo de toda maldad.
He tenido la oportunidad de viajar por muchos mundos, de impartir unos cuantos cientos de cursos y talleres, de estar encerrada a la fuerza y exiliada por una voluntad que no era mía, de aprender de muchísimas personas maravillosas que me han enseñado a agradecer con las manos abiertas, a perdonar con el alma encuerada, a saber que la libertad solo existe dentro, a escribir inventando mis reglas, a pensar mientras camino, a rezar mientras como y a pescar con atarraya tomando café en la madrugada.
Amo a mis hijos, a mi familia, a mis amigos, el té de hierbabuena, los girasoles, los colibrís, reflexionar, abrazar, viajar hacia adentro y escribir.
No me gustan el ruido y la violencia.
Mi aspiración es participar en la hechura de en un mundo armonioso donde todos podamos amarnos, gozar de lo que somos y vivir en paz.
A veces me duermo hasta la madrugada.
